Mi abuelo tenía poderes extrasensoriales. Recuerdo cuando me contó que había soñado premonitoriamente las dos guerras, y recalcaba que para la segunda, el sueño había sido claro en manifestarle que sería más grande que la primera. También adivinaba con total certeza el sexo de quien llegaría pronto formar parte de los Citadini.
La vidente española Nube de María predijo unos años antes lo que hoy nos está sucediendo, (el video está en internet). Dijo Nube de María que en el 2020 la tierra pararía por algunos días, algo así como que la tierra necesitaba un descanso, de nosotros, necesitaba recuperarse, reestructurarse. Todo esto traería muertes, y por muy doloroso que pareciera, sería también benéfico, para la tierra y los animales, nosotros sufriríamos y sentiríamos miedo, sería un castigo de la madre tierra para los humanos. Este fenómeno, según ella, es una reacción ecológica; por eso hemos visto animales indómitos en lugares que les habíamos arrebatado. También, según Nube, esta reestructuración, es un asunto determinista para restablecer el orden natural del universo. Estas predicciones, como las de Michel de Nostradamus, si bien no tan científicas, no nos dejan indiferentes, y en el caso de Nube de María son bastante certeras. Decía al final del video que este año no nos íbamos a abrazar.
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También tengo algunas dotes parasicológicas que heredé de mi abuelo, pero viene muy de cerca la recomendación así que guardaré silencio en este punto. Diré, no obstante, que desde mi refugio en la cordillera he estado mirando hacia el valle junto a mi águila caza ratones, y desde las alturas, me he dado cuenta que no todos pararon. El humo que emite la chimenea de Chagres está bastante denso y no se puede ver con nitidez el valle. Claro, sé que no es fácil mejorar eso, quizá, en estos días, a algún científico se le ocurra algo.
Un pajarito que vino de la alta cordillera me ha contado también que los sondajes de la minería a tajo abierto dejan un polvillo en suspensión. Este polvillo se lo lleva el viento y va a parar a las nieves, dejándolas de un color oscuro. El polvillo actúa agilizando el proceso de deshielo, y es por eso que la nieve y los glaciares se derriten más rápido, contribuyendo al cambio climático. Este es el punto de conflicto entre hombre y naturaleza, ¿cómo seguir viviendo sin contaminar?, al parecer, nadie en doscientos años ha encontrado la solución; porque los efectos de la técnica tienen un impacto hasta ahora prácticamente irreversible en la naturaleza.
Por otra parte, tampoco han parado los Hamilton, los Vettel y los Agostini. Ahora que no hay control policial en las calles y carreteras, algunas personas exceden por lejos los límites de velocidad y ya han causado muchos accidentes. Si pensamos que en Chile mueren unas 1.500 personas al año por accidentes de tránsito, y otros tantos quedan con secuelas, entonces nos damos cuenta que no es suficiente lo que se hace en distintos ámbitos por mejorar estos índices. Porque si pensamos que las lamentables muertes por el virus en un año tal vez sean menores que las causadas por accidentes automovilísticos, el esfuerzo por evitar las causadas por accidentes de tránsito resulta modesto comparado con el gran esfuerzo puesto en evitar las ocasionadas por el virus.
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Por otra parte, en las redes sociales también encontramos clarividentes que quieren ver al final del túnel la hoguera encendida, y ya están juntando palos para echarle al fuego. ¿Por qué no calmamos la ansiedad y nos olvidamos un poco de las obsesiones? Tomemos el clonazepam místico que nos ofrece Nube de María y la vida cambiará sin necesidad de destruir y quemar. Seamos buenos deportistas, esperemos que el partido termine respetando las reglas y aplicando el fair play, y así veremos quién hace méritos para ganar el próximo encuentro, respetando las reglas del juego.
