Aconcagua al Día
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De los más violentos, de los más ingenuos, Citadini

De los más violentos, de los más ingenuos, Citadini

Una de las cosas que nos diferencia de los animales es el lenguaje, un código que solo los sapiens hemos desarrollado y que nos permite comunicarnos y realizar nuestros objetivos. Vivimos en el lenguaje. Tras el estallido, las paredes de las ciudades se han llenado de mensajes. Es una forma de comunicación. La mayoría de los mensajes se repiten y son bastante bajos y groseros. Sin embargo, hay otros que nos permitirían abrir una ventana para solucionar el conflicto.

Enunciaré y reflexionaré sobre algunos en el espectro que va desde lo esperanzador hasta lo más alienante.

“Que el privilegio no te quite la empatía”: Este es el más positivo que he visto, aunque creo que estaba escrito antes del estallido. Si hay algo que nos hace falta es la empatía, para practicarla, es preciso, no obstante, prescindir del ego y del egoísmo.

“Que reine el caos”: Este no requiere análisis.

Si no vuelvo mañana destrúyanlo todo” Aquí uno se pregunta, y qué pasa si te quedas dormido y no apareces. Disculpen el humor, pero hay gente que nos quiere quitar hasta el sentido del humor. Quieren que estemos enojados todo el día.

“No habrá paz sin justicia”: Me parece que éste es el que requiere más reflexión, pues comenzó a aparecer luego que se firmara el acuerdo por la paz y la nueva constitución. Al menos le saca el seguro a la puerta. Pero lo que hace ruido aquí es la palabra justicia. ¿Qué es la justicia?, ¿qué o quién debe impartir justicia? ¿Hubo alguna vez plena justicia en el mundo? ¿Hay justicia en los Estados Unidos, en China, o en Rusia? ¿Hay justicia para los que han perdido sus fuentes de trabajo luego del estallido?, ¿para aquellos que les han destruido sus negocios?, ¿para los que no pueden llevar una vida normal por el ruido que tienen que soportar, por el stress que causa el desorden y la destrucción? ¿Hay justicia para los niños que son forzados a perder clases por alumnos y profesores ideologizados y radicalizados?

“No destruyan nuestro sueño”. “Aquí construyen para el pueblo, no destruyan”: Estos mensajes están en unas paredes metálicas que separan unos edificios que están en construcción. Es casi una súplica a los violentistas para que no destruyan la posibilidad que tiene la gente de tener un lugar donde vivir y que quizás les costó mucho esfuerzo lograr. Vemos que el miedo a la violencia llega a todos los estratos de la sociedad.

“Somos las nietas de las brujas que no quemaron”: Este lo encontré original, no voy a decir más, para que no se enojen las nietas de las brujas.

“El próximo gobierno será feminista o no será”: Tal vez la solución sea que nos gobiernen las mujeres, sólo mujeres. Aunque no sé si nos gustaría que gobernara Pamela Jiles con una capucha amarilla en la cabeza.

 “Chile despertó para no dormirse más”: Entiendo que es una metáfora, pero desde un punto de vista sanitario el sueño es beneficioso tanto para el sistema nervioso como para los demás sistemas. Y desde hace tiempo la gente está durmiendo menos de lo que debiera. Quizás a algunos les haría bien dormir más.

“Piñera el nuevo Pinochet”: Es evidente que no conocieron a Pinochet. Se podrá decir muchas cosas del presidente pero no se puede decir que es un dictador. Se trata aquí de manipular el discurso.

 “Paco bueno es paco muerto”: Los mensajes dirigidos a la policía son los que más se repiten, desde el comienzo del estallido. Es el enemigo número uno de la protesta violenta. ¿Es esta una estrategia? ¿Qué tiene que ver la policía con los problemas sociales y económicos del país? ¿Quién comenzó la violencia y la sigue originando? Es cierto que la represión se ha pasado de la raya y se han producido abusos y casos lamentables de personas heridas y muertas por el mal uso de la fuerza. Pero ellos están constantemente siendo agredidos física y sicológicamente, es una cosa demencial. Qué sucedería si los violentistas dijeran un día, “hoy haremos una tregua y no vamos a agredir a la policía, después de todo son seres humanos como nosotros con los mismos problemas y necesidades”. O pongámonos en el más extremo de los casos. La revolución que algunos pregonan les da resultado. ¿Van a dar de baja a los cincuenta mil carabineros?, y será un mundo de paz y amor; ¿los fusilarán? ¿Será un país sin policía? La experiencia histórica dice otra cosa. ¿Queremos una sociedad más igualitaria? ¿Queremos ser los escandinavos de América del Sur? Bien, para lograr eso, ellos se pusieron a conversar, no se agarraron a peñascazos.

Bueno estimados lectores, pasamos a duras penas el estallido de octubre. Ahora vienen los idus de marzo. Ya el César está apuñalado por varios lados, metafóricamente, por cierto. Esperemos que los demócratas sepan defender la democracia.

Citadini

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