El ministro Mario Carroza reabrió la causa por la muerte del estudiante Patricio Manzano, dando lugar a una serie de diligencias encaminadas a determinar la eventual responsabilidad del exgeneral director de Carabineros,Bruno Villalobos, y del entonces comisario de los Andes, Ruperto Soto.
La orden al juez provino de la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago que el 6 de marzo había revocado el procesamiento como presuntos cómplices de aplicación de tormentos con resultados de muerte a los dos altos oficiales.
Para reabrir el caso, el tribunal acogió las nuevas diligencias solicitadas por el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, la Universidad de Chile y la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos.
El abogado de esta última organización, Cristián Cruz, explicó que si bien hubo un sobreseimiento, las nuevas diligencias podrían revertir la situación judicial de ambos altos oficiales. “Por lo demás es evidente que aquí todavía faltan funcionarios, porque las torturas se cometen por una pluralidad de funcionarios, ninguno de ellos presta atención a las víctimas, se les deja morir”, acotó.
Entre las diligencias destaca que Carabineros informe si estaba en la Primera Comisaría de Santiago el entonces subteniente Hermes Soto Isla, quien se volvió sucesor de Villalobos en la dirección de la policía uniformada y que renunció tras los fuertes cuestionamientos por el caso del asesinato de Camilo Catrillanca.
Manzano, de 21 años de edad, murió víctima de un paro cardiorrespiratorio en esa unidad policial, tras ser detenido en San Felipe luego de trabajos voluntarios de la FECH en febrero de 1985.
