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La sequía como oportunidad para una nueva estrategia de desarrollo en Distrito 6

La sequía que ha venido avanzando, principalmente en la zona cordillerana, es el resultado de un proceso de largas modificaciones en el funcionamiento del sistema climático de la Tierra como producto de la intervención humana.

Las localidades y comunidades más afectadas como lo es nuestra región, no solo han visto el avance de la desertificación de los suelos, el agotamiento de las fuentes hídricas milenarias como resultado del tratamiento indiscriminado de las actividades productivas, extracción minera y sobre explotación del suelo agrícola sin una debida planificación acorde con los ciclos naturales de nuestro ecosistema. La sequía

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Lo más crítico de la sequía es sin duda la creciente afectación en el consumo humano, en especial de las poblaciones más vulnerables, de comunidades, que junto con no tener hoy día la certeza de que tendrán acceso al agua en el corto plazo, sufren además las arbitrariedades de una legislación sobre los derechos de agua que es obsoleta, concentradora y que nunca ha estado inspirada en los intereses de la naturaleza, sino sobre un equivocado supuesto de que el agua es inagotable.

Frente a esto, nuestra región tiene la oportunidad histórica de construir un pacto hídrico, ciudadano y ambiental, que se sustente -esta vez por fuerza mayor-, en una visión basada en soluciones tecnológicas con solvencia económica para las comunidades como forma prioritaria.

Pero este pacto debe incluir hoy más que nunca el compromiso de las empresas mineras, agrícolas y alimentarias que funcionan en la región.

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Este pacto hídrico, ciudadano y ambiental, debe basarse en un proyecto tecnológico que tome las fuentes de agua disponibles -las que pueden incluir la transmisión desde otras regiones y también la desalinización- que sea financiado por recursos públicos y privados en el que las reglas del juego sea una racionalización de uso del recurso con un monitoreo ejercido por un consejo ciudadano conformado por todas las Opiniones y partes, tomando las ventajas que provee la tecnología digital, satelital y de ingeniería de alto nivel.

No es tiempo de seguir mirando para el lado que una realidad ambiental tan crítica como la falta de agua, y tampoco es tiempo de suponer que tenemos muchos años por delante antes de que de nuestras llaves y grifos ya no haya agua disponible. Hay que actuar aquí y ahora.

Priscila Corsi Cáceres, Asistente Social, Ingeniera Comercial y máster en Políticas Públicas Aplicadas

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