Héctor Pérez Meneses, Abogado
Parece un título de película, una película de Indiana Jones, o de Orlando Bloom en Jerusalén defendiéndola para entregársela a su amada Eva Green con esos tremendos ojos que tiene. Qué Película. Que Batalla con Saladino y sus huestes, recuerdo al Caballero Cruzado Bailan de Ibelin preguntándole a Saladino ¿cuánto vale Jerusalen? Y este le responde “Nada . . . . y Todo”, ese dialogo después de llegar a un trato para entregarle Jerusalén a cambio de la vida y pase seguro a tierras cristianas para los cruzados cristianos, sus familias y esclavos que en ese momento la defendían. –
Pero lo de Trump no es una película, este hermano Presbiteriano, no se anda con chicas, me entusiasma su actuar, pues nosotros los evangélicos damos la vida por un Templo. El acto del miércoles de decidir trasladar la embajada de USA a Jerusalén revela el corazón cruzado de Trump.-
Él es el único, que yo sepa, Presidente que ha jurado con dos Biblias (Dos Holy Bible Reina Valera 1960), la oficial y la que traía su esposa Melania para el juramento y que tenia de niño, lo admire desde ese momento y sigo entusiasmándome con su actuar. –
Lo de la embajada, fue una noticia que me lleno de emoción, recuperar lugares Santos, Jerusalén, Nuestro Señor Jesucristo expulsar a los sarracenos. –
Me gustaría ir a ver a Donald Trump y abrazarlo y felicitarlo y después decirle con suma tristeza que gracias, pero no, porque ahora no solo se perderán 3000 templarios que morirán a espada en el desierto, mientras Saladino los persigue y los mata de sed. –
No ahora no, porque hay bombas atómicas, hay misiles de alto alcance, armas químicas y terroristas que las manejan sin límite, están los de Al Qaeda que ya se manifestaron, están los judíos, con sus intransigencias . . . los Palestinos, dolor . . . violencia de ideas y física. –
No Donald No, soy Pentecostal y tu Presbiteriano, ustedes son mas reglistas, recuerda hermano que la Biblia dice que la tierra la heredaran los mansos, que el Templo en donde habita Nuestro Señor es nuestro cuerpo y que un alma vale más que todos los tesoros del mundo. –
Por eso es que Jerusalén vale Todo… y Nada. –
