El obispo de San Felipe, Cristián Contreras Molina, se refirió por primera vez a la investigación que está llevando a cabo el Ministerio Público en su contra, por un presunto delito de connotación sexual.
Contreras fue denunciado el pasado 28 de junio por L.A.C.C. de 56 años, ante la fiscalía local, por hechos que habrían ocurrido hace 10 años. La causa ahora está a cargo del fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias.
El obispo señaló a La Tercera que “lo primero que debo decir es que la información que tengo es por el diario (La Tercera). Punto dos, no tengo ninguna noticia de parte de la Fiscalía de San Felipe ni de Rancagua”.
Asimismo, Contreras recalcó que “estoy absolutamente disponible para abordar lo que la fiscalía quiera saber y para lo que ellos quieran averiguar. No tengo ninguna dificultad, no podría tenerla tampoco”.
Finalmente, el religioso señaló que no puede opinar más del tema, ya que asegura no conocer al denunciante.
La presunta víctima afirma que el prelado concurrió a su domicilio para luego trasladarlo a dependencias del obispado de la ciudad, en donde procedió a tocarlo en su cuerpo, lo que se habría repetido varias meses durante un mes.
Además, acusa que el religioso le pidió realizarle un masaje en la espalda, momento en que se dio cuenta de las intenciones de Contreras.
Cristián Contreras es uno de los siete obispos investigados por el Ministerio Público, junto al cardenal Ricardo Ezzati, el ex obispo de Osorno, Juan Barros, el ex obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte; el obispo de Chillán, Carlos Pellegrín; el obispo castrense, Santiago Silva; y el obispo de Aysén; Luis Infanti de la Mora.
“Estoy absolutamente disponible para abordar lo que la fiscalía quiera saber y para lo que ellos quieran averiguar. No tengo ninguna dificultad, no podría tenerla tampoco”.
