Parece que la situación hídrica nacional va cada vez de mal en peor, sumado a una prolongada sequia que parece estar asociada al cambio climático, a la súper explotación del recurso hídrico por parte de empresas y un Estado que no se hace cargo de su debida cautela, entramos cada vez más a una situación de caos global.agua
Somos actualmente más de 7 mil millones de seres humanos en este mundo que requerimos agua para vivir o sobrevivir y la capacidad de producción del agua de bebida no es capaz de sostener ese requerimiento. Peor aún hay países como Chile donde el agua no es considerada un bien nacional de uso público y un Derecho Humano, sino un bien transable, desregulado y no controlado, literalmente, lanzado a la ley de la selva del mercado.
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Penosa es la situación de los pequeños agricultores y ganaderos del Valle de Aconcagua y Petorca que han visto como sus cultivos familiares y pequeño ganado muere por falta de agua.
Vale comentar que la casi nula acción de fiscalización aumenta el grave problema.
Nuestro Valle de Aconcagua no es excepción. Basta con observar el caudal del río Aconcagua y sus afluentes los ríos Blanco y Colorado, que han reducido caudales en el ecosistema de montaña andino, afectando a especies animales y vegetales propias, como también a los asentamientos humanos, en medio de una actividad extractiva minera y producción agrícola que utiliza cada vez más el recurso hídrico.
¿Hasta cuándo será el sistema natural capaz de sostener dicha depredación? Parece que no por mucho tiempo si no se toman las medidas de planificación, inversión social, regulación y fiscalización necesarias. Urge una Ley que proteja de verdad a los Glaciares de la actividad industrial, control eficaz de la contaminación de ríos antaño blancos y hoy verdes. De poner coto al abuso de los cobros de agua potable y del mal servicio con cortes recurrentes y falta de presión. Una educación en protección del recurso hídrico desde la educación preescolar que genere una cultura de ahorro y uso racional, que no hoy existe.
Estamos al debe, particularmente las autoridades y empresas que usan y abusan del recurso y no compensan en nada a las comunidades. Para que hablar del abandono en que se encuentran los Comité de APR (Agua Potable Rural) en la ruralidad.
La falta de agua en calidad y cantidad afecta a nuestros hogares, particularmente a los más vulnerables y poco y nada se hace.
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Se requieren políticas a todo nivel para cambiar antes de que sea demasiado tarde.
A nivel municipal el uso racional del agua en aéreas verdes utilizando aguas de regadío y no agua potable es un imperativo, además de la plantación de especies autóctonas que sean más eficientes, regadío en la noche y madrugada y no a mediodía o a las 3 de la tarde.
Lograr Escuelas y sedes vecinales sustentables que optimicen el uso de agua y energía eléctrica.
Tanto va el cántaro al agua, que se va a romper, seco árido, en una de las crisis hídricas más grandes que ha sufrido la especie humana, con un cambio climático que parece la respuesta de la madre tierra ante el daño causado por la especie humana.
Aun es tiempo… ¡Los Andes y el agua Mi Compromiso!
Mario Méndez Allendes
Médico Veterinario
Licenciado en Gestión Ambiental
