NELSON LEIVA ESTAY
Las elecciones del 19 de noviembre pasado, definieron la correlación de fuerzas que habrá en el Congreso período 2018-2022. Como efecto de la reforma electoral que reemplazó al sistema binominal, el número de diputados aumentó de 120 a 155 y el Senado pasó de 38 a 50 integrantes. Sin embargo, en estos comicios solamente se eligieron a los senadores de las regiones impares, por lo que el Senado en el período 2018-2022 estará conformado por 43 miembros.
El principal resultado de estas elecciones legislativas es que ninguna fuerza política tendrá mayoría en la Cámara de Diputados o el Senado. En consecuencia, al próximo presidente le costará gobernar. Si bien Chile Vamos mejoró su representación en el Congreso respecto a las elecciones de 2013, no le alcanzó para tener los 78 diputados que se requerían en la Cámara de Diputados. En tanto, como sólo se renovaba parcialmente el Senado, que la centroderecha llegara a los 22 senadores era una tarea prácticamente imposible. Por ello, serán fundamentales los acuerdos y negociaciones que se realicen en el Congreso, ya sea en acuerdos generales o específicos. En este sentido, las bancadas del Frente Amplio y de la DC podrían ser vitales para el siguiente gobierno.
El análisis del duro revés que sufrió el oficialismo, se constató la mala decisión que tomó la Democracia Cristiana al competir en una lista distinta al resto de los partidos de la Nueva Mayoría. En estas elecciones su número de diputados bajó de 20 a 14, lo cual en un universo de 155 diputados es una pérdida significativa de poder. Por su parte, el PS se constituyó como la principal fuerza de la Nueva Mayoría con 19 diputados.
En fin las esperanzas de que Chile realmente avance están puestas en que el futuro gobierno y el mundo político lleguen a los acuerdos que realmente beneficien a la ciudadanía.
